Devocional día 32: Con Dios sin miedo al mañana
- Luis Jefferson Tumailla
- 18 ago
- 2 Min. de lectura
Devocional cristiano - Tema: Con Dios sin miedo al mañana
Introducción
¿Alguna vez te has despertado con un nudo en el estómago? No porque algo haya salido mal, sino porque simplemente no sabes qué traerá el mañana. La mente empieza a correr: ¿Qué pasará con mis hijos? ¿Y si las cosas se complican? ¿Tendré lo suficiente? ¿Y si Dios no responde?
Ese miedo silencioso que nos acompaña no siempre se nota por fuera. Seguimos trabajando, sirviendo, y haciendo lo que debemos. Pero por dentro, la ansiedad por el futuro nos roba la paz.
Jesús sabía que sus discípulos enfrentarían esa misma preocupación. Por eso les dijo:
“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” Mateo 6:34
Él no estaba negando que los problemas existen. Estaba enseñándonos a vivir con confianza, no con temor. A no cargar hoy con las batallas que aún no han llegado. Dios está en el futuro antes que tú llegues. Y eso debe ser suficiente para descansar.
El enemigo quiere que te preocupes por lo que no puedes controlar. Dios quiere que confíes en lo que Él ya prometió. Y Su promesa es clara: Él estará contigo todos los días, incluso en los que aún no has vivido.
Confiar en el futuro no significa no planear. Significa que tus planes no gobiernan tu paz. Significa que aunque no tengas respuestas, sabes que no caminas sola.
A veces el miedo se presenta como una sensación sutil. Otras veces, como una voz fuerte que te dice: “¿Y si todo sale mal?” En esos momentos, no tienes que tener todas las respuestas. Solo tienes que tener una certeza: Dios es fiel. Y eso no cambiará mañana.
Respira. Hoy estás vivo. Hoy tienes gracia suficiente. Hoy puedes mirar al cielo y decir: “Señor, no sé lo que viene… pero sí sé en quién confío.”
Deja de revisar el calendario con ansiedad. Deja de imaginar escenarios que aún no existen. Vuelve a lo simple: Su presencia es tu refugio, hoy y siempre. Y si el futuro te asusta, recuerda que para Dios no hay sorpresa. Él ya está ahí.
Oración
Señor, hoy dejo mis temores delante de Ti. Ayúdame a soltar el control y confiar en Tu fidelidad. Aunque no sé qué pasará mañana, confío en que Tú ya estás ahí, preparando mi camino. Quiero vivir con paz, con gozo, y con fe. En el nombre de Jesús, amén.
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