Devocional día 37: Firme en la verdad de Dios

Devocional cristiano - Tema: Firme en la verdad de Dios

Lectura bíblica:

“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.” Juan 17:17

Estas palabras salieron del corazón del Señor antes de ir a la cruz. En este momento Él no estaba enseñando a las multitudes, ni discutiendo con los fariseos. Él estaba orando, pero no cualquier oración, sino la intercesión más gloriosa jamás registrada. Y en medio de esa oración, Él pidió algo tan vital como el mismo aliento: que fuéramos santificados en la verdad.

¿Y qué es la verdad? Jesús no dejó espacio para duda. Él dijo: “Tu palabra es verdad.”

Hermanos, la realidad es que la verdad no es una idea filosófica. La verdad tampoco es una idea flotante ni una preferencia cultural. La verdad es una persona; es una voz. La verdad es la Palabra de Dios viva (Hebreos 4:12) que sustenta todo lo creado. La verdad es el testimonio fiel de Dios mismo, revelado desde Génesis hasta Apocalipsis, sin contradicción, y sin sombra de variación.

Estamos viviendo en tiempos peligrosos. Hoy en día existen muchas voces que tratan de redefinir lo que es verdadero. Digo esto porque lo que antes era pecado, hoy se celebra como virtud. Lo que antes era honra, hoy es motivo de burla. Pero nosotros no seguimos la corriente del siglo. Nosotros seguimos al Verbo eterno, al Logos que se hizo carne, a Cristo glorificado, que oró por nosotros con estas palabras.

Ser firmes en la verdad no significa ser duros o arrogantes. Significa estar anclados. Como el árbol plantado junto a corrientes de aguas. Como la casa edificada sobre roca. Como el siervo que escucha y obedece.

¡Cuántos han caído porque cambiaron la verdad por una mentira! Pablo lo dijo con dolor:

“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina… y se apartarán de la verdad” 2 Timoteo 4:3–4

Y ese tiempo ya está aquí. Por eso, ahora más que nunca, necesitamos volver a la Palabra. No como rutina, sino como refugio. No como deber, sino como deleite.

David lo entendía bien cuando decía:

“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” Salmo 119:105

La verdad de Dios no solo nos guía, sino que nos guarda. Nos santifica. Nos corrige. Nos consuela. Nos hace libres.

Ahora pregunto, ¿Estás firme en la verdad, o tu fe depende de lo que dicen las redes, las noticias, las modas religiosas? Te digo en el día de hoy ¡Despierta! Como fieles seguidores de Cristo no podemos permitirnos una fe prestada. Como sus discípulos necesitamos una fe alimentada por la verdad eterna de Dios.

Hermanos, la Palabra de Dios no cambia. Esto es algo que el Señor dice claramente en Mateo 24:35 cuando dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”.

Y esa es nuestra seguridad; ese es nuestro fundamento; esa es nuestra espada contra la mentira. La palabra de Dios es nuestra lámpara en la noche oscura. Así que no temas si te llaman anticuado. No te avergüences si tu convicción no es popular. Mantente firme. No por tradición. No por religión. Sino porque has visto la gloria de Aquel que es la Verdad.

Y si hoy te sientes débil, cansado, o confundido, abre la Biblia. No para buscar una frase bonita, sino para encontrarte con el Dios vivo. Él sigue hablando. Él sigue santificando. Él sigue obrando por medio de Su Palabra. Y esa Palabra es verdad.